Ruta publicada por Pedro Pablo Uriarte » 19 Rutas circulares de senderismo desde Gorliz»
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FICHA DE LA RUTA:
Tiempo: 2h 15 min
Distancia: 11,57 Km
Desnivel acumulado: 289 m
Dificultad: Baja
Esta es una ruta corta, sin dificultad alguna y apta para todo tipo de público, que transcurre en su mayoría por el municipio de Plentzia. Sin embargo y a pesar de su brevedad (se puede hacer en unas dos horas), tiene dos tramos verdaderamente salvajes y muy montañeros que merece la pena conocer. Ruta también apta para hacerla en familia.
Salimos de Gorliz desde Ibarreta plaza y bajamos por Itsas Bide kalea hasta la playa de Gorliz y el PIE (Plentziako Itsas Estazioa). Seguimos andando por el paseo de la playa de Plentzia hasta el Astillero, que bordeamos, para seguir después hasta el puente de Plentzia por el paseo junto a la ría, generalmente repleta de barquitos deportivos y de pesca artesanal.
Llegamos al “nuevo” puente, construido en el año 1991 y diseñado por el arquitecto Javier Manterola en sustitución del antiguo, dañado irreversiblemente por las avenidas del río Butrón en las inundaciones de Agosto de 1983 (25 min). Lo cruzamos.
A partir de ahora y hasta media ruta vamos a seguir el mismo camino que en el tramo final de la ruta 10, pero lo hacemos al revés, ya que en la citada ruta lo hacemos en descenso y en esta vamos en ascenso.
Superamos la estación de metro de Plentzia y seguimos hacia delante pasando ante la entrada a la estación del metro por Ibiltokibidea. A unos pocos metros se aprecia a la derecha una acera en cuesta con una barandilla que va ascendiendo. La cogemos y sin desviarnos pasamos ante dos grandes chalets de nueva construcción y un poco más adelante superamos dos grandes edificios de viviendas de ladrillo rojo con un cuidado césped y unos pocos abedules, convirtiéndose el camino en pista herbosa. Estamos en Matrilune Bidea y caminamos junto a un grueso muro a nuestra izquierda que separa una finca.
Superadas estas casas, el camino se convierte en agradable camino arbolado que deja a nuestra izquierda una vaguada con jóvenes eucaliptos y que al poco rato pasa ante un gran caserío abandonado situado a nuestra derecha. Hay un gran peral al lado del camino, que en época de maduración riega el suelo de peras caídas. Superado este, a los pocos metros llegamos a una carretera que sube desde el barrio de Musaurieta, perteneciente a Barrika.
Nosotros cogemos a la izquierda. Vemos de inmediato a nuestra derecha un banco roto y una fuente. La carretera asciende en un duro repecho y al poco rato gira bruscamente a la izquierda ante un caserío semioculto. No vayamos por ahí, ya que la carretera, en teoría cortada, acaba pronto y sigue después en una angosta pista cementada bajo cerrados árboles y siniestros caseríos en muy fuerte descenso hasta la carretera general Urduliz-Plentzia.
Ojo, en la desviación tenemos que ir hacia la derecha por una pista que arranca allí mismo y que a unos pocos metros gira a la izquierda ante una puerta metálica. Pasamos ante la fachada posterior de una pequeña casa rural a nuestra izquierda pintada de amarillo.
Y ahora viene el punto clave de la ruta: a unos pocos metros de esta casa arranca un camino ascendente a nuestra derecha ante dos grandes pinos que tienen unas marcas verdes en su tronco. El segundo de ellos tiene una flecha verde semioculta y bastante borrada que indica la dirección a seguir (40 min).
Si optáramos por seguir adelante por la pista que llevamos sin desviarnos podemos hacer exactamente la misma ruta, pero bajando por donde ahora vamos a subir. Da lo mismo hacerla de una u otra manera, pero nosotros optamos por tomar la senda que parte a nuestra derecha.
El camino amplio entra y asciende en duras rampas al principio en un bosque cantábrico muy húmedo y cerrado, interesante y agradable de transitar. El piso en su comienzo es pedregoso y con verdín, incluso en verano, con lo que si lo hacemos en descenso debemos tener cuidado en no resbalar en alguna de ellas. Sobrepasamos una curiosa y gruesa rama de una encina que sale de nuestra derecha e invade el camino (ver foto de la ruta). Enseguida la senda se convierte en sendero y pierde inclinación pero gana tramos muy embarrados que tenemos que vadear por una senda lateral. Ahora caminamos con un pinar a nuestro lado. El último tramo ya despejado de árboles discurre por un caminito casi tapado por plantas bajas, entre ellas las inefables ortigas y la hierbabuena (que en euskera llamamos “batana”), y que si vamos con pantalón corto acabaremos seguramente ortigados. Nada grave, en todo caso.
Aterrizamos en una pequeña carretera sin salida que concluye en un caserío que vemos a nuestra izquierda. Vemos que la senda que llevamos esta señalizada con un cartel en un poste junto a una fuente que indica “Plentzia” (50 min). Cogemos a la derecha y la carretera asciende un poco, llegando al alto de Gane, con una cima muy cercana de 162 m cubierta de eucaliptos y una antena en su cima. Seguimos un poco hasta meternos bajo los árboles al lado de un caserío para empezar a bajar hasta un cruce en el que hay un cartel de casa rural donde pone “Gane Landetxea”.
Sin desviarnos, seguimos hacia delante pasando ante un depósito de aguas y, a los pocos metros, llegamos a otro cruce. Allí mismo hay unas instalaciones con un par de edificios de regulación de aguas con una alta alambrada de separación del camino (1 hora). Hemos de señalar que por la carretera de nuestra derecha es por la que llegamos haciendo la ruta 10 cuando venimos desde el casco urbano de Urduliz y del castillo de Butrón.
Pero nosotros seguimos hacia delante por la amplia pista siguiendo el vallado a nuestra izquierda de las citadas instalaciones de aguas. Giramos un poco y enseguida llegamos a una bifurcación. Nosotros elegimos la carretera de la izquierda que ahora es de cemento. En dos o trescientos metros, a nuestra izquierda vemos que arranca un franco camino, – ahora pista un tanto embarrada en tramos –, que se dirige hacia el ahora más lejano bosque (más bien, hacia lo que antes era un bosque y que las inexorables y voraces máquinas forestales han devorado dejando los caminos destrozados e impracticables) (1 h 7 min).
Al principio, en un tramo bastante largo iremos por el nuevo camino abierto por las máquinas y totalmente roto, hasta que por fin recuperamos el antiguo y penetramos de verdad en el bosque que hemos conocido siempre de eucaliptos, pinos y árboles autóctonos en una extraña mezcolanza.
La pista, a veces amplia y otras veces más estrecha, tapizada por las hojas, se convierte en una simple senda en la que hay que sortear algún árbol caído. Es una ruta relativamente frecuentada por senderistas, algún ciclista atrevido y gente haciendo footing, por lo que está bastante marcada. En todo caso, nuestro recorrido no tiene pérdida. El trino de los pájaros y, si nos coincide, el rumor lejano del metro, nos acompañarán a lo largo de este tramo.
Llegamos a una zona más despejada en la que hay una especie de pequeño depósito subterráneo del Consorcio de Aguas a nuestra derecha. El camino, en ligero descenso, entra en una zona donde recientemente han talado eucaliptos y los nuevos aún son jóvenes, por lo que desaparece la sombra del camino que nos acompañaba.
Casi sin darnos cuenta llegamos a la bifurcación clave de la ruta que hemos cogido anteriormente y por la que nos hemos desviado. Cerramos aquí el círculo. Ahora andamos un pequeño tramo por donde hemos subido en la ida y llegamos hasta la carretera, por la que giramos a la izquierda ahora en descenso, pasando por el banco roto y la fuente (1h 30 min). Pero ahora no nos metemos directamente hacia Txipio sino que continuamos la carretera en fuerte descenso para llegar al barrio de Musaurieta, pasando al lado de numerosos chalets y caseríos en una zona residencial muy tranquila oyéndose solo los cacareos de algún gallinero y los ladridos de algunos perros que ladran a nuestro paso.
La carretera va a desembocar en la que tomamos en la ruta 15 en la variante menos salvaje que transcurre por la GR 280 (1 h 40 min). En el cruce optamos por ir hacia la derecha y después de un fuerte descenso por la carretera llegamos al cruce donde se dividen las dos posibilidades de la citada ruta 15.
Entramos en Txipio y salimos del municipio de Barrika, según nos indica un gran cartel. Desde aquí solo tenemos que llegar de nuevo hasta la estación del Metro y cruzar el puente para llegar al Casco Viejo de Plentzia. Para volver a Gorliz seguimos el mismo camino que en la ruta 10. Junto al bar Batela cogemos las escaleras del Cristo (Kristo Eskilarak) hasta su final y giramos a la derecha para ir ascendiendo poco a poco hacia la ermita de Andra Mari. Pasamos ante ella y seguimos hacia delante por la calle de su mismo nombre para cruzar la calle Axpe y seguimos de frente por Arenabarri bidea hasta la rotonda de la carretera de Mungia. Desde aquí hasta Ibarreta Plaza (Iberrebarri Plaza), como sabemos, vamos por la acera roja pasando por delante del cementerio y hasta llegar a la rotonda del barquito e Ibarreta Plaza (2 h 15 min).
Como vemos en el plano de abajo, esta es una ruta tricircular, ya que cerramos tres círculos: uno entre Gorliz y Plentzia, otro entre Txipio y Musaurieta y el tercero por el barrio de Gane.
Esta caminata se puede hacer en unas algo más de dos horas yendo a paso alegre y sin paradas, llegando casi a los 12 km de recorrido. Se puede decir que no tiene dificultad y es apta para todo tipo de senderistas, aunque en la parte de la senda entre árboles y matojos, hay que andar con cuidado para evitar resbalones en zonas pedregosas inclinadas, mojadas y con verdín, además de salvar algunas zonas muy embarradas.