Ruta 15: Circular desde Gorliz hasta Barrika y acantilados, con dos opciones desde Txipio, volviendo por San Telmo


Ruta publicada por Pedro Pablo Uriarte «24 Rutas circulares de senderismo desde Gorliz»

Ver mapa de la ruta en Wikiloc

FICHA DE LA RUTA:

Tiempo total: 2 h 40 min por la GR 280 y 5 min menos por Txipio Bidea
Distancia: 13,9 Km y 13,7 Km, respectivamente
Desnivel positivo acumulado: 251 m y 272 m, respectivamente
Dificultad: Baja, excepto la variante de la GR 280 a su paso por la senda boscosa, que por lo intrincada e incómoda se puede considerar este tramo como de media dificultad.

Esta es una ruta que, aunque parte de Gorliz, en su mayoría discurre por carretera por los municipios de Plentzia y Barrika, para retornar de nuevo a Gorliz. A pesar de ello, contiene tramos verdaderamente interesantes, tanto por lo salvaje de uno de ellos como por la belleza paisajística de otra parte de la ruta, a la que se añade el encanto del mar cercano. El plano del recorrido indicado al final es el corresponde a la alternativa realizada por el tramo de bosque de la GR 280.

El camino hasta la estación del metro de Plentzia es exactamente el mismo que el de la ruta anterior, es decir, desde la plaza Ibarreta llegamos a la rotonda del barquito y bajamos por la acera roja pasando ante el cementerio y el polígono industrial Sagastikoetxe para llegar a la gran rotonda de Mungia bidea, desviándonos a la derecha hasta la llegar a la ermita Andra Mari y bajar por el casco antiguo de Plentzia hasta el puente sobre la ría (20 min).

Pasamos el puente y una vez en la estación de metro, superada la parada de Bizkaibus giramos a la derecha y andamos por la acera arbolada dejando a nuestra izquierda la subida hacia los centros escolares de Plentzia. Al lado mismo tenemos las marismas de Txipio. La carretera va girando en unos centenares de metros. Vemos a nuestra derecha, un poco apartadas, unas casas de pisos de color verde.

Después de pasar ante un aparcamiento llegamos a un cruce. Vemos un gran cartel que nos indica que entramos en Barrika, y otro cartel que dice “barrio Musaurieta” (30 min). Estamos en este momento ante las dos alternativas de esta ruta, una mucho más agreste, salvaje e intrincada, y la otra más tranquila y sosegada, ya que transcurre por carretera. Ambas se juntan más adelante, como veremos, para llegar después a Barrika.

Opción de seguir la ruta por una parte de la GR 280 (tramo más agreste)

Si seguimos a nuestra derecha, por la GR 280 (hay señales inequívocas rojas y blancas), tenemos un tramo de carretera (1,5 Km aprox.) con algún caserío y pastos hasta llegar a unos viveros cubiertos por grandes plásticos blancos. Cruzamos el arroyo por el puente y giramos a la izquierda, pasando ante el caserío de los viveros.

Al cabo de un rato finaliza la carretera y el camino nos conduce a un arroyo que vadeamos. Hay un cartel de la GR 280 que nos indica que vamos en dirección a Sopela y Goierri. A partir de aquí la ruta que, repetimos, está señalizada con las consabidas rayas rojiblancas (algunas medio borradas), cambia de carretera a sendero salvaje que se ve bien pero que se divide a veces y nos confunde un poco, además de estar muy embarrado en algunos tramos. Hay numerosas e inconfundibles huellas de bicicletas en el barro. En dos o tres ocasiones debemos vadear el arroyo dentro del bosque.

Todo el rato vamos caminando dentro de una intrincada, oscura, húmeda y espesa masa forestal salvaje que amedrenta un poco si vamos solos por esos andurriales. Siempre tenemos al lado el arroyo cantarín y se oyen todo tipo de trinos de las más variadas aves. Cuesta creer que tan cerca de Plentzia haya un lugar tan boscoso y cerrado como este. A lo lejos se oyen siempre furiosos ladridos de perros.

Después de unos 15 minutos de andar por el bosque salimos de él caminando con cierta dificultad entre matojos, zarzales y altas plantas laterales que superan nuestra altura y que tienden a cerrar el serpenteante camino. Hay alguna subida y bajada y nos encontramos más tramos embarrados.

No dejamos el sendero, que ahora transcurre fuera del bosque por una zona intrincada desplazándonos entre la maleza. Llega un momento que la senda se convierte en pista con un tosco suelo pedregoso artificial y gira un poco a la derecha y de nuevo a la izquierda, dejando al lado una valla con un alto seto que delimita una finca y que en ascenso llega hasta una casa y la carretera interior entre Barrika y Plentzia (55 min). Esta carretera es la que seguimos en la otra variante de esta ruta. A partir de ahora ambas variantes se convierten en una sola.

Opción de seguir la ruta por la carretera (tramo más tranquilo)

Situémonos de nuevo en el crucero de Musaurieta. En este caso debemos seguir hacia delante por una severa pendiente de la carretera llamada Txipio Bidea, por la que se accede al barrio de Musaurieta con casas y caseríos a ambos lados. Enseguida llegamos a un cruce en el que llega otra carretera desde la izquierda. Por esta carretera llegamos a la última parte de la ruta anterior, la número 14.

Pero nosotros seguimos de frente y, sin desviarnos durante un largo tramo, con fuertes rampas en ascenso y tramos arbolados, llegamos a un llano despejado en el que vemos un hermoso caserío a nuestra izquierda con un gran prado. Lo superamos y vemos que la carretera sigue y tuerce a la derecha. Hay una señal que indica “carretera sin salida”. Y no, lógicamente por ahí no hay que ir. Seguimos la carretera que gira a nuestra derecha y sigue durante otro largo tramo con alguna bajada y subida y un bosque de eucaliptos a nuestra vera.

Después de unos 10 minutos y tras superar un largo muro de separación de una finca llegamos a un llano donde nos encontramos a nuestra derecha con el cruce con la GR 280 que, como hemos dicho, viene también desde Txipio y es la ruta que hemos comentado en la variante anterior.

Este cruce de ambos caminos casi no se ve y hay que fijarse bien. Lo tenemos al lado de la valla de un caserío a nuestra derecha señalizado con las marcas GR (o mejor dicho, lo teníamos, porque algún gracioso ha borrado las inconfundibles señales rojiblancas que estaban pintadas en el murete del caserío). Hasta aquí hemos andado 4,3 km desde Gorliz.

A partir de este momento hay que seguir la carretera hacia delante hasta encontrarnos con la carretera general de Uribe Kosta que viene desde Getxo y llega a Plentzia.

Justo unos metros después del cruce de ambas variantes, a la altura del primer caserío a nuestra izquierda, ante su fachada, parte una amplia senda que nos conducirá tras unos dos kilómetros por carretera entre casas solariegas y caseríos, hasta Sopela centro. El desvío también está señalizado con marcas GR.

Esta es otra variante, otra posibilidad de esta ruta, que en vez de ir hasta Barrika y recorrer por arriba sus preciosos acantilados, nos podemos dirigir hacia Sopela. Son unos dos kilómetros hasta el caso urbano, desde donde podemos volver a Plentzia en metro y después hasta Gorliz en Bizkaibus.

Pero volvamos a nuestra ruta. Como hemos dicho, caminamos por la carretera bastante despejada y llana dejando a nuestra izquierda algunas casas y a nuestra derecha campas valladas. Vemos al fondo el casco urbano de Barrika y, más al fondo, perfilado por el horizonte, el puntal de Astondo con el faro de Gorliz. Si seguimos el cordal alcanzamos a ver la silueta del Ermua mendi.

En este tramo de carretera pasamos ante la fachada de la ermita de San Martín y de la casa de Cultura, que quedan a nuestra izquierda y, enseguida, superando un bloque de casas de pisos también situadas a nuestra izquierda llegamos al cruce con la carretera general (1 h 5 min).

Seguimos la carretera general hacia Barrika durante casi un par de kilómetros andando por el arcén y sintiendo muy de cerca la frecuente circulación rodada. Menos mal que como este tramo es en cierta bajada se hace rápido.

Llegaremos a una amplia rotonda en la que se ve un cartel indicador de “Residencia Barrika Barri”, que indica hacia nuestra derecha. Cruzamos la rotonda al lado opuesto, a nuestra izquierda, para acceder a un gran y visible aparcamiento muy utilizado por caravanas de surferos que cruzaremos completamente hasta la parte contraria del mismo para llegar hasta su parte más baja. Previamente veremos un gran cartel turístico que pone de manifiesto el flytch de Barrika.

Nada más cruzar el parking hacia abajo y a su derecha, se ve el comienzo de una senda de tierra que arranca entre la yerba al lado de unos ralos tamarindos (1h 20 min). Desgraciadamente el comienzo de esta senda está a veces muy sucio y lleno de papeles por ser el “servicio” nocturno usado por los y las surferas que usan el aparcamiento. Si vamos por la mañana temprano, debemos andar con mucho cuidado en este tramo inicial.

Esta es la senda que recorre toda la parte alta de los acantilados de Barrika, una zona privilegiada por las vistas espectaculares sobre el Cantábrico. A nuestra espalda vemos la playa de Meñakoz, situada entre Sopela y Barrika, y hacia delante la solitaria senda que sin mucho esfuerzo va serpenteando entre campas y argomas.

Enseguida llegaremos a la zona más alta de los acantilados divisando más abajo la clara senda que nos conducirá hasta la playa nudista de Muriola. A nuestra derecha vemos a lo lejos el centro urbano de Barrika con su iglesia.

Cuando la senda tuerce a nuestra derecha para descender hacia la citada playa, merece la pena detenerse un poco en lo alto para divisar el magnífico espectáculo que se nos ofrece ante nuestros ojos: la bahía de Gorliz con el mar rompiendo en los acantilados de Astondo y la larga playa de Gorliz con el blanco Sanatorio en su mitad y el monte Ermua al fondo a nuestra izquierda. Es una zona muy propicia para parar y tomar unas cuantas fotos además de disfrutar del paisaje. Hasta aquí hemos tardado algo más de 1 h 30 min y llevamos casi 9 km de ruta.

Seguimos nuestro camino y el sendero serpenteante baja en pocos metros hasta la pequeña y coqueta playa de Muriola, muy protegida por los acantilados.

Justo después del puentecito de madera que da acceso a las escaleras que bajan a la playa nace a nuestra derecha, junto a un murete, una senda casi tapada pero aun visible que entre matojos asciende hasta la carretera cerrada que daba servicio a los chalés de Barrika y que han estado insertos en un largo litigio sobre su legalidad. Hay algunas marcas rojiblancas de GR.

Llegamos a la citada carretera y tomamos a la derecha. En suave ascenso y en pocos minutos llegamos hasta la carretera de la trasera del campo de fútbol, que tampoco tiene salida y que está situada tras la antigua residencia de personas mayores de Barrika.

Como decimos, llegamos a la altura del último chalé después de 15 minutos desde el acceso a la playa de Muriola (1 h 45 min).

A nuestra izquierda según subimos, vemos la entrada de un amplio sendero flanqueado por las finas y largas hojas de los omnipresentes e invasores plumeros de la Pampa (Cortederia Selloana) que nos superan en altura. Esta senda, muy pisada, nos conducirá hasta la urbanización de San Telmo.

El camino flanqueado a ambos lados por las largas hojas de los plumeros va a dar a una pista que transcurre por la parte trasera de la urbanización de San Temo. Al llegar al cruce con la citada pista cogemos a la derecha, y en unos 300 metros llegamos a una valla metálica que corta el acceso a vehículos motorizados y que bordeamos por un estrecho pasadizo boscoso a su lado (2 h 5 min).

Poco antes tenemos una alternativa más: Si en el anterior cruce en vez de coger a la derecha lo hacemos a la izquierda, la pista sigue un rato para encontrarnos pronto con una valla de una finca particular. Allí cogemos un pequeño sendero que sale a la izquierda, y después de cruzar un pinar ralo y con claras señales de haber sufrido un incendio, llegaremos a la parte superior de los acantilados que se encuentran justo encima del malecón de Plentzia y que protege la entrada de la ría. Desde allí las vistas son maravillosas, teniendo a vista de pájaro la playas de Gorliz y Plentzia y, detrás, el núcleo urbano de Plentzia. El desvío sin duda merece la pena por las espectaculares vistas.

Pero volvamos a la urbanización de San Telmo. Ahora solo tenemos que cerrar el circuito cogiendo el paseo en voladizo de madera que une San Telmo con el puente de Plentzia (2h 10 min).

Para volver a Gorliz creo que la mejor opción es caminar por el precioso paseo de la ría de Plentzia hasta el Astillero, que rodeamos, para volver a coger el paseo de la playa de Plentzia hasta el PIE (Plentziako Itsas Estazioa). Ahí mismo entramos en el municipio de Gorliz (2 h 30 min).

Solo nos queda subir a Ibarreta Plaza por el tradicional paseo de Gorliz que baja a la playa desde el pueblo. (2 h 40 min).

Esta ruta, según la variante por la que opten y el ritmo que lleven los y las excursionistas, puede hacerse entre las dos horas y media (a buen ritmo) y las cuatro horas (con mucha tranquilidad y numerosas paradas). Vienen a ser casi 14 km, suficiente para pasar una buena mañana y hacer un ejercicio sano entre paisajes espectaculares. La variante 2 es apta para todo tipo de personas que tengan una mínima experiencia de andar por caminos y senderos con altibajos pero sin dificultad técnica alguna. La variante 1, en su zona boscosa, exige una cierta preparación montañera y un buen calzado, ya que la senda en ese tramo tiene mayores dificultades: vadeo del arroyo, zonas embarradas y resbaladizas, saltos sobre troncos caídos o raíces, andar por sendas tapadas por la vegetación, etc…, sin ser por otra parte un tramo que se pueda considerar difícil. La parte más molesta es sin duda el corto tramo de la carretera general Getxo-Plentzia con abundante circulación rodada.

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