Ruta publicada por Pedro Pablo Uriarte «15 rutas circulares desde Gorliz para familias con niños»
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FICHA DE LA RUTA:
Tiempo total: 2 horas 29 minutos
Distancia: 5,97 km
Desnivel positivo acumulado: 161 m
Dificultad: Fácil
Se trata de una ruta corta, de casi seis kilómetros de longitud por lugares cercanos a Gorliz, que incluye un pequeño tramo desconocido para nosotros y que conecta (solamente a pie) dos zonas de Gorliz inexplicablemente desconectadas, si no es por este pequeño, escondido y corto senderito. Se trata de la conexion entre la zona de Guzurmendi y la carretera de entrada a Gorliz, la BI 3154 frente al antiguo matadero.
Como siempre, salimos de los alrededores de Iberreta Plaza, hoy concretamente de la plazoletita del final de Iberre Zeharbide. Voy con mis dos nietos “catalanes” (aunque ambos son de origen vasco y saben euskera), Nahia, de siete años y Telmo, que en unos días cumplirá tres, y que estan pasando unos dias con aitite y amama en Gorliz. Mi intencion inicial no era hacer hoy esta ruta, sino una algo mas larga, sin embargo, creo que nos ha quedado un paseo interesante por su sencillez y por ser apta para todos los públicos. Dos tramos de ella ya los hemos pateado otras veces.
Para empezar, queremos ir hasta Saratxaga, concretamente hasta Arriolane por un camino distinto a los habituales. Por aqui hemos venido de vuelta en la “Ruta 2 Gorliz con niños”, pero hoy vamos de ida, que siempre es distinto. Vamos a ir por el camino llamado Errementari bidea, por detrás del cementerio. Para ello cruzamos Iberreta plaza hasta arriba y al llegar a la rotonda del barquito cruzamos el paso de cebra situado a la proa del pesquero y nos metemos entre los primeros chalets. Giramos hacia la derecha casi de inmediato y damos una especie de revuelta ante un par de chalets o tres y giramos a la derecha por Errementari bidea. Hay un cartel que lo indica.
Desde aquí hasta Arriolane no hay posibilidad de pérdida. Solo hay que seguir el camino, que en su inicio pasa tras el cementerio y junto a un aparcamiento. Paso al lado de unos bonitos y cuidados caseríos hasta llegar a otro gran caserío con cabras y caballos que pastan en un prado y gallinas sueltas, además de unas cuantas ovejas y muchas vacas. Tras una curva llegamos a la carretera de Saratxaga. Hay que girar a la izquierda y de inmediato a la derecha para ir entre los caseríos del barrio que da el nombre a la cervecera Arriolane. Pasamos al lado de unas casas y caseríos muy bonitos, hasta llegar enseguida a una desviacion a la izquierda en la que se ve en un poste un cartel con un plano y los números de los caseríos, imagino que para que el cartero no se lie. Cogemos a la izquierda y a unos metros de nuevo a la derecha, pasando delante de la fachada de un chalet y llegar a una bifurcacion. Hay que seguir por el camino de la derecha, el que sube al lado de una viña bien cuidada. Como la cuesta es pronunciada, para ahorrar tiempo y hacerlo más rápido subo a Telmo a la mochila especial portaniños, y claro, pesa de lo lindo.
Ya hemos venido por aqui en la “Ruta 6 de Gorliz con niños”, pero en ese caso veníamos desde la antigua cervecera Saratxaga. El camino ahora asciende en un largo repecho que en un primer tramo llega hasta un hermoso chalet y tras una curva en S sigue hacia arriba por un camino cementado en dos bandas para las ruedas de los coches. Arriba del todo, a la altura de una pequeña casa rodeada por un vallado con varios perros, el camino termina y gira a la derecha. Hay una flecha blanca en un ecucalipto que señala el sendero hacia la carretera Orabille–Andraka. Hoy, al igual que en la citada Ruta 6, vamos hacia la derecha para llegar en un rato a la carretera Plentzia–Mungia, que cruzamos de frente.
En vez de desviarnos por la carreterita Botola bidea hacia la izquierda y hacia abajo, nos introducimos directamente entre la vegetación justo alli mismo, al lado de un poste, y seguimos por un senderito que se ve bien y en su comienzo asciende hasta que después empieza a llanear. Llegamos a un claro y, donde la senda traza una curva a la derecha, se aprecia otro sendero que sale hacia la izquierda, que hoy descartamos. A esta zona se le llama Mandoñuburu y según el mapa de Gorliz tiene una altitud de 110 m. Por aqui hemos pasado también en la Ruta 7 de Gorliz con niños.
Seguimos la senda sin desviarnos en ningun momento. Al poco llegamos a otro claro donde gira claramente a la derecha para meterse en un eucaliptal. La senda ya no es tal, sino que es un camino claro que al principio desciende un poco y luego llanea. En todo momento oimos la carretera general muy cercana. Pasamos ante las entradas a dos fincas con unas puertas en sus respectivos cercados. Tras la primera se oyen perros ladrar y tras la segunda se divisan unos invernaderos. El amplio camino va descendiendo poco a poco bajo las encinas hasta llegar ya cementado a la gran rotonda de la carretera de Mungia.
Seguimos de frente y llegamos al poco a la siguiente rotonda. Los niños ya me estan pidiendo que quieren agua y que tienen hambre. Yo les digo que esperen un poquito para poder sentarnos tranquilamente para el amaiketako. Cruzamos por el paso de cebra para coger a la derecha por Arene Barri hasta la siguiente rotonda un poco mas arriba. Vemos un cartel que indica “Mastieta bidea” hacia la derecha y vamos a ir por ahí, pero decido que ese es un buen sitio, con un amplio banco, para hacer una paradita y dar a los niños todo el agua que deseen, un poco chocolate y un plátano. Me descuelgo con cuidado la mochila con Telmo para no tirarle y los dos sentaditos comen y beben con ganas, pero enseguida nos ponemos en marcha. La carretera tiene una profunda cuesta que se ve desde abajo y arriba se empina aún más. Es una carretera un tanto depauperada, sin mantener, con las farolas rotas o desmochadas y los yerbajos creciendo entre las grietas del pavimento y paredes de piedra laterales.
Seguimos un poco hacia delante y ya en descenso de Guzurmendi pasamos al lado de un parque bajo un pinar situado a nuestra derecha con numerosos bancos. Veo que han arreglado y urbanizado muy bien toda esta zona. Llegamos a la carretera que cruza un poco más abajo y nos dirigimos a la derecha para, al lado de un hermoso chalet con frontón y pista de tenis, bajar por Gentilbaso hasta Ametzaga Bidea. A la derecha vamos una valla de alambre de parte a parte de la carretera para evitar el paso de vehículos, pero hay un paso lateral para pasar andando. Por ahí pasamos.
Esta calle, que termina enseguida, en teoría tendría que llegar sorteando los chalets hasta la carretera General BI 3154, desmbocando en la misma enfrente del antiguo matadero. Sería lo lógico, pero no es así. La carretera por la que bajamos esta fenomenalmente urbanizada, con farolas, aceras amplias, papeleras, pasos de cebra, señalética, etc.., incluso un paseo cementado con bancos algo mas abajo. Pero ambos terminan y se cortan drásticamente ante las vallas, muros y alambradas de dos chalets que señalan lo de siempre: “Propiedad privada. No pasar”. No doy crédito. ¿Como es posible tamaño desembolso para hacer una carretera preciosa que conduzca a la nada?, ¿solamente a darnos de bruces con un cercado, aunque sea privado?
No me resigno a que se me impida ni tan siquiera a pasar andando y escudriño posibles pasos hacia Ametzaga bidea y la carretera general. Los niños me siguen un poco extrañados. Después de un rato encuentro un senderito en la parte mas alta. ¡Eureka!, me digo a mi mismo, ¡lo encontré!. Recuerdo que en la Ruta 21 de Gorliz me tuve que dar la vuelta.
En efecto, justo al lado de donde termina bruscamente cortada la nueva carretera se insinúa en el suelo, a la derecha, una sendita que bajo el arbolado rodea la valla del caserio situado mas arriba, con unos perros lobo que nos ladran alevosamente y asustan a los niños, menos mal que está la alambrada de separación. Al poco llegamos a la entrada de las fincas y huertas de las casas de Ametzaga bidea mas alejadas de la carretera general a las que da servicio la carreterita que llega hasta la misma.
Vamos por ella hasta el cruce frente a la entrada del antiguo matadero y giramos a la izquierda para llegar enseguida a la rotonda del barquito y bajar por Iberreta plaza hasta el punto desde donde hemos salido hace algo mas de dos horas.
En definitiva, hemos hecho una pequeña ruta cercana al casco urbano de Gorliz, andando por caminos interesantes y poco frecuentados, pero muy interesante, y que la podemos realizar cualquier mañana toda la familia con nuestras criaturas.