Ruta publicada por Pedro Pablo Uriarte «15 rutas circulares desde Gorliz para familias con niños»
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FICHA DE LA RUTA:
Tiempo total: 2 horas 29 minutos
Distancia: 12,12 km
Desnivel positivo acumulado: 281 m
Dificultad: Fácil
Se trata de una ruta para hacer en familia algo mas larga que lo habitual (12,12 km), pero prácticamente sin subidas importantes. Es una ruta que tiene verdaderos encantos naturales y algunas curiosidades que encontraremos por el camino. La mayoría de ella se desarrolla en los términos municipales de Plentzia y Barrika. Excepto un precioso tramo por bosque, vamos a ir por carreteras aisladas de escasa circulación.
Salimos de Iberre Zeharbide y atravesando Iberreta Plaza llegamos a la rotonda del barquito para dirigirnos por Andra Mari bidea, la carretera BI 3154 hasta la rotonda de Mungia. Nada mas llegar a ella nos desviamos a la derecha por Arene barri. Caminamos entre los muros de varios caseríos y cojo un par de higos maduros que al alcance de la mano cuelgan de una higera que asoma sobre el camino. Estamos a finales de Agosto y ya estan casi en su punto. He desayunado hace poco, pero están riquísimos.
Cruzo la carretera por detrás del antiguo fielato y dirijo mis pasos yendo de frente, hacia la Ermita de Nuestra Señora de Agirre y de las Nieves, patrona de Gorliz (2 km). Una vez superada la ermita sigo recto hacia abajo por Andra Mari bidea hasta pasar al lado de la ermita de Santa Kurutze. Allí mismo giro hacia la izquierda a la altura de la casa de cultura, bajando por la calle y escaleras del mismo nombre hasta la placita (Plazatxoa) frente al puente de la estación, que cruzo.
Una vez en la estacion del metro vamos hacia delante por Geltoko kalea, hasta llegar a una especie de acera a la derecha pegada a la pared, que asciende poco a poco. Es Matrillune bidea y al poco llegamos a un cruce y seguimos de frente, sin desvíos, pasando frente a unas casas de pisos a nuestra derecha. El camino ancho se mete bajo unos árboles y al poco pasamos frente al precioso y antiguo caserío Etxetxubarri, hace tiempo abandonado (ver Ruta 4 Gorliz para familias con niños).
Llegamos a un cruce con una carretera que sube desde Musaurieta y giramos a la izquierda al lado de un banco y una fuente pública. La carretera se empina bastante hasta llegar enseguida a otro cruce, en el que elegimos ir por nuestra derecha. La carretera se convierte en camino terroso, que tras una primera curva pasa por la trasera de un cobertizo de aperos de labranza. Ahora el camino se bifurca, pero elegimos ir por el de la izquierda. Por el de la derecha subiríamos tambien a Gane, pero por una senda muy intrincada y llena de zarzas que lo han hecho casi impracticable. Por allí no es recomendable ir con niños, el camino se ha cerrado mucho y hay que desbrozarlo si se quiere pasar.
Sin embargo, por el camino de la izquierda entramos al poco en un bosque de eucaliptos, aunque enseguida se transforma en un bosque mixto espectacular, precioso. Merece la pena transitar por él ya que es muy cómodo de andar, sin subidas o bajadas pronunciadas. Dentro de la permanente sombra del bosque pasaremos junto a soberbios ejemplares de eucaliptos mezclados con pinos y robles. Veremos frondosas acacias que algunas de sus hojitas empiezan ya a amarillear, y eso que estamos en agosto. Pasaremos bajo un par de troncos caidos sobre el sendero y al poco el bosque se termina para, andar ya por un camino flanqueado por retoños de acacias y de eucaliptos de porte todavía escaso.
En un recodo del camino, en un claro que deja el bosque a la derecha, nos llama la atención algo que es muy bonito ver pero es poco frecuente ver: alguien ha colgado varios nidos artificiales de las ramas de las acacias con la sana intención de facilitar a los pajaritos que aniden. Al lado se ven varios grandes tiestos pintados de colores que seguramente serán sementeras. Esta es la primera curiosidad de la jornada de las varias que veremos hoy. Venir por aqui con críos y que vean con sus propios ojos estas cosas siempre es enriquecedor.
Enseguida, y tras una subidita, el camino que llevamos muere ya fuera del bosque en una pista de cemento cerca de un caserío. Si seguimos de frente iríamos hacia Urduliz, pero hoy vamos hacia la derecha, ya que queremos dirigirnos hacia el alto de Gane, que se ve un poco mas arriba a nuestra derecha con dos antenas que sobresalen del arbolado, al que no llegaremos.
Al poco del desvío llegamos a un cruce de carreteras y vamos hacia la derecha. Pasamos al lado de una finca con una cerca de color verde que termina junto a unas instalaciones de aguas (o eso creo yo) rodeadas de una alta alambrada. Vamos subiendo en suave pendiente dejando a la izquierda el camino que sube de Urduliz y por el que hemos venido en varias rutas, entre ellas la “Ruta 19 de Gorliz”. Al poco pasamos al lado de un caserio viéndose a nuestra izquierda una preciosa panorámica de Sopela y el mar. Seguimos adelante y encontramos un cruce triple junto a un depósito de aguas. Si vamos a la derecha llegaríamos en pocos minutos al alto de Gane, aunque después la carretera muere. Si vamos a la izquierda bajaríamos a Urduliz, pero hy nosotros queremos ir de frente, por la carretera llamada del Goierri, que es muy bonita para andar y tiene poca circulación.
Pasamos primero al lado de unos grandes invernaderos, y después bordeamos pastos y fincas durante casi un kilómetro. Pasamos al lado de un eucaliptal crecido que dejamos a la derecha y a unos centenares de metros, frente a un caserío, giramos bruscamente a la derecha, para ir por la carretera que nos llevará a Musaurieta y Txipio. A escasos metros del giro hay una casa y a su lado un camino que baja. Este camino es parte de la GR 123 que procede precisamente de Txipio, pero es un poco intrincada para llevar niños por ahí. En una pared del muro del caserío de al lado estaba pintada la clásica señal roja y blaca de la GR, pero alguien la ha hecho desaparecer. Hay gente que no quiere que vengamos por aquí.
Ahora nos toca andar un rato por la carretera y en este tramo nos encontraremos con algunas cosas curiosas. Tras andar un rato subiendo y bajando pequeños toboganes en la carretera, llegamos a una curva pronunciada junto a un gran caserío. Me quedo un poco perplejo al ver una mesa con unos anuncios plastificados escritos en cuatro idiomas que nos hablan del “ADN vasco”, anunciando un “diccionario etimológico crítico del castellano”, “veinte tomos de contenido temático que nos ofrecen un origen distinto de esta lengua”. Imagino que se refiere al euskera, pero no menciona ninguna referencia ni página web para interesarse por semejante enciclopedia.
Todavia estoy algo perplejo cuando reanudo el camino y al poco empiezo a ver unos cuantos postes de la electricidad a los que han colocado ojos y nariz.
Y seguido me encuentro con un jardin que tiene un árbol junto a la carretera del que cuelgan centenares de chupetes, y por fin, un poco mas abajo, otro jardin con unas curiosas esculturas. Esta es sin duda la ruta de las sorpresas y curiosidades.
Sigo hacia abajo y paso por el cruce de Musaurieta, situado a la derecha, pero yo sigo adelante por la carretera, que tras un fuerte descenso llego a un cruce. De frente voy hacia Txipio, a la derecha iría hacia un caserio, y a la izquierda por la GR 123, el tramo que desemboca tras cruzar un intrincado bosque en la casa situada mas arriba y que antes hemos pasado por ella.
Pero nosotros vamos hacia Txipio, barrio de Plentzia con un gran humedal o marisma perteneciente a los ayuntamientos de Barrika y de Plentzia, que se inunda con las mareas y ha sido considerada como “Área de especial protección”. Tras sacar una foto a una parte de la marisma, me dirijo hacia la estacion de metro y el puente peatonal, que cruzo a la otra parte.
Hoy me dirijo de vuelta a Gorliz caminando por la calle Erribera, la calle principal de Plentzia, que gira a la altura de la plaza del ayntamiento para seguir convertida en calle Areatza. Por ella voy derecho durante casi un km hasta el PIE (Plentziako Itsas Estazioa), y a la playa de Gorliz, donde giro a la derecha en la rotonda para subir al pueblo.
Pero en vez de subir por Itsasbide hago un pequeño desvío a la izquierda para meterme por una sendita nada mas pasar la entrada al albergue de Gorliz. Tras unos centenares de metros llego a la campa de Eloisa Artaza, donde llama la atención el aterrizaje del helicóptero de Osakidetza, que seguramente viene a hacer un traslado urgente y es el único sitio donde puede posarse en la tierra. Es la última visión curiosa que me encontrado en la ruta de esta mañana, que sin duda es posible realizar por familias con sus chavales y chavalas.
Ya no tengo mas que subir un poco por la calle Eloisa Artaza hasta Itsasbide, plazuela de San Pedro y de nuevo Iberre Zeharbide, desde donde he salido.