Ruta publicada por Pedro Pablo Uriarte » 24 Rutas circulares de senderismo desde Gorliz»
Ver mapa de la ruta en Wikiloc*
FICHA DE LA RUTA:
Tiempo total: 2 h
Distancia: 7,7km
Desnivel positivo acumulado: 226m
Dificultad: Moderada
En este caso vamos a hacer una ruta relativamente corta de menos de ocho kilómetros (exactamente 7,7 Km) y pocas subidas (226 m de desnivel positivo), que engloba tres tramos interesantes y originales, dos de ellos por senderos muy poco conocidos, agrestes y casi no transitados, y el tercero, totalmente urbanizado y con numerosas viviendas unifamiliares. Esta última zona, llamada Guzurmendi, no es demasiado transitada por los gorliztarras que no residen allí, ya que queda bastante a desmano, debido sobre todo a que las dos partes de la calle o carretera Ametzaga bidea no han sido conectadas en la reciente urbanización de la zona de Guzurmendi. Lo comentamos después.
Comencemos. Como siempre, nos situamos en Iberreta plaza. Desde allí iniciamos la marcha y hasta allí volveremos unas dos horas más tarde (andando con tranquilidad) para cerrar el círculo. Desde Iberreta plaza accedemos a Itsasbide kalea, la calle principal del pueblo que en suave ascenso sube hacia la parroquia de la Purísima Concepción. Superada ésta, accedemos en unos centenares de metros a la rotonda de Armintza.
Justo enfrente, si vamos subiendo por la acera derecha, al lado de la rotonda donde arranca la carretera BI–3151 hacia Armintza, vemos una callejuela encajonada entre los muros de dos chalets que arranca en cuesta con unas escaleras a la derecha. Entramos en Zapakondi bidea, y por esta calle, que después es pista y posteriormente senderito, yendo todo recto, llegaremos hasta la carretera Orabille–Andraka a la altura del cruce de Berreaga. Este es el interesante primer tramo de la ruta que como decimos es muy poco transitado, ya que la vegetación de los laterales lo están cerrando, como desgraciadamente está sucediendo con multitud de caminos y senderos por falta de mantenimiento.
Primeramente vamos por una calle en ascenso entre chalets pasando ante la estructura de cemento de otro chalet que se ha quedado hace tiempo en esqueleto. Lo superamos y la pequeña calle Zapakondi bidea se convierte en un amplio camino con sendas rodaduras con piedra y cemento roto preparadas para circular los todoterrenos que acceden por aquí a alguna zona de pastos o huertas situadas más arriba. La pista, o más bien amplio camino, está escoltado por frondosa vegetación a ambos lados.
Al poco, el amplio camino se bifurca en tres: una pista hacia la izquierda que baja un poco; otra también hacia la izquierda que tras unas decenas de metros acaba en una valla metálica de una finca que se ve un poco más adelante; y un sendero con hojarasca de encina que sigue de frente y se mete bajo las encinas y que es por donde tenemos que coger. Es decir, elegimos el camino, en este caso senda, que menos parece.
La sendita se va cerrando cada vez más por las zarzas y matojos de los lados, pero se intuye bastante bien y seguimos hacia delante sin que nos preocupen las molestas zarzas. Veremos que desde la propia senda, un poco más adelante, parten un par de accesos de entrada a pastos vecinos. No les hacemos caso y seguimos por nuestra senda. Traspasamos en nuestro camino dos pequeñas puertas para evitar que pase el ganado que las dejaremos como estaban, es decir, cerradas.
Al poco rato la senda se ensancha antes de llegar al cercado lateral de un caserío. Los perros nos oirán y ladraran un poco. Seguimos adelante y llegamos a una franca pista que nos deja de inmediato en la carretera Orabille–Andraka muy cerca del desvío en Berreaga hacia Urizar. Estamos en la muga con el municipio de Lemoiz y solo hemos andado dos escasos kilómetros.
Nada más llegar a la carretera giramos a la derecha y andamos un rato por ella. Primero pasaremos ante las dependencias del restaurante y casa rural Larrakoetxea y superamos la valla metálica de su amplio y arbolado jardín. Seguimos hacia delante hasta casi llegar a lo alto del cambio de rasante, a cuya izquierda se encuentra la entrada al centro ecuestre y Club Hípico Goikomendi. Unos doscientos metros antes llegamos a un eucaliptal y casi allí mismo vemos un camino a nuestra derecha flanqueado por dos pequeños postes que bajo los árboles va desciendiendo. Cogemos por ahí. Este mismo camino lo hemos cogido en otras rutas, por ejemplo en la ruta 8.
El camino es amplio y muy pisado tanto por bicicletas como por motos y senderistas, a juzgar por las huellas que vemos en las zonas más embarradas. El ambiente huele a eucalipto y después de dar un par de amplias curvas dentro del eucaliptal llegamos a un cruce que ya conocemos de otras rutas. Al llegar al cruce nos abstenemos de ir hacia delante y hacia abajo, hacia Saratxaga, como en la ruta 8, por lo que cogemos la pista de la izquierda que se dirige en ligero descenso hacia la carretera de Mungia BI–2120, a la que llegamos en pocos minutos. Previamente veremos cómo a nuestra derecha, en la pista que llevamos, desemboca un camino de entrada a una finca con varios perros que ladran a nuestro paso. Es curioso y muy frecuente que propietarios de fincas o pastos alejados del pueblo monten chabolas de aperos más o menos grandes en la que dejan encerrados perros de vigilancia o de caza, tanto dentro del cobertizo o sueltos por las campas. A veces pasar solo por estas zonas intimida bastante.
Mucho cuidado al cruzar la carretera, que es una vía muy transitada. Tenemos que cruzar justo enfrente de donde llegamos para acceder al inicio de la carreterita BI–4114 llamada Boteola bidea, que parte allí mismo. Y aquí, antes de echar a andar por esta carreterita en descenso, miramos con detenimiento en su parte derecha, entre la vegetación, para descubrir una senda escondida entre la vegetación que llega hasta allí mismo. Estamos en el segundo tramo interesante y salvaje muy poco transitado que hemos comentado al principio de la ruta.
Llegados a este punto tengo que decir que este tramo que comenzamos ahora, pero andado al revés, es sustituto del peligroso tramo que por la carretera de Mungia BI–2120 en la ruta 18: “Circuito aproximado por los lindes del término municipal de Gorliz” sube desde la rotonda de Munguia hasta coger la desviación por Boteola bidea.
Pues bien, entramos en la senda entre la maleza que la tapa casi totalmente, situado repito, justo a la entrada de Boteola bidea a nuestra derecha. Al poco de adentrarnos en él, el camino se ve mejor. Tenemos ahora un ratito de subida, aunque no es demasiado largo, flanqueados por una exuberante vegetación que nos estorba un poco en el ascenso. El terreno es arcilloso y bastante pisado por los neumáticos de las bicis de montaña. Cuidado con los resbalones si lo hacemos al revés y ha llovido un poco.
En un rato llegamos a una zona más despejada pero nosotros no nos desviamos de la senda. Enseguida estamos en una zona aún más despejada, una especie de claro dentro del ralo bosque de eucaliptos. El camino sigue a nuestra derecha según bajamos. La carretera general se siente por el ruido de la circulación cercana. Ahora el camino ya no tiene pérdida. Es una senda más visible, a veces algo embarrada, siempre entre frondosa vegetación, muy poco o nada transitada, eso sí. En un rato llegamos a sendos ensanchamientos del camino, uno antes y otro después, cerrados con puertas metálicas a nuestra izquierda que dan acceso a unas txabolas y unas zonas de pastos con perros guardianes ladradores (que seguramente será su cometido). Vamos ya por pista clara, o al menos un camino más amplio con rodaduras para coches, que en suave descenso llega en poco tiempo a la gran rotonda de la carretera de Mungia.
Atravesamos la rotonda hasta el otro lado, con mucho cuidado debido a la intensa circulación, para en un rato acceder al barrio Guzurmendi perteneciente al municipio de Gorliz. Para ello nos metemos por Arenebarri bidea hasta llegar a la altura del antiguo fielato y allí girar a la derecha y enseguida de nuevo a la derecha por Mastieta bidea que enseguida se convierte en Guzurmendi bidea. Vamos en ascenso hasta su parte mas alta, donde hay unas antenas y empezamos a bajar poco a poco. La carretera, perfectamente urbanizada deja a la derecha un pequeño parque arbolado con bancos. Nos metemos por una pequeña calle de frente que sigue siendo Guzurmendi bidea, y desde ahora seguiremos esta calle que da una amplia curva para acabar en Areatza kalea.
Pero llegados aquí deseo hacer una salvedad, incluso mostrar una queja si se me permite la licencia. No llego a entender como después de la reciente urbanización realizada en toda la zona del monte Guzurmendi, que habrá costado una pasta gansa, no se pueda acceder, ni siquiera andando, a la parte baja de Ametzaga bidea (calle o carreterita sin salida que desde la carretera general BI–3154 y partiendo frente al antiguo matadero, llega hasta aquí, hasta un par de caseríos y allí muere, a muy pocos metros de la otra parte de Ametzaga bidea). Es decir, que teniendo la posibilidad de comunicar por aquí la zona de Guzurmendi con el núcleo de Gorliz de manera muy sencilla uniendo las dos partes de Ametzaga bidea (son unos metros), hay que dar toda la vuelta bajando hasta Areatza kalea y después al PIE. Es que no se puede pasar ni andando, al menos eso me dijeron unos vecinos.
Llegados a Areatza kalea giramos a la derecha para llegar hasta el PIE y, desde la rotonda de la playa, subimos unos metros por Itsasbide para enseguida, frente al aparcamiento y al lado de un poste de la OTA parte una sendita a nuestra izquierda que se dirige hacia los pinos del fondo. Para variar un poco cogemos por ahí. Enseguida llegamos a la alambrada verde que rodea el recinto de lo que hace muchos años fué la vivienda del director médico del antiguo Sanatorio Marítimo de Gorliz. Andando junto a la valla y por terreno arenoso llegamos hasta un poste eléctrico de cemento. Giramos a la derecha y siguiendo el sendero llegamos al lado de la segunda rotonda de Itsasbide según subimos. Desde aquí hasta Iberreta plaza donde hemos salido hace unas dos horas no hay más que unos doscientos metros.
Hemos cerrado esta sencilla y corta ruta que con mucha tranquilidad la hemos hecho en dos horas, con algunas partes muy interesantes, distintas, y sobre todo muy poco conocidas. Os animamos a seguirla.