Ruta publicada por Pedro Pablo Uriarte «24 Rutas circulares de senderismo desde Gorliz»
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FICHA DE LA RUTA:
Tiempo total: 4 h 54 min
Distancia: 17,97 km
Desnivel positivo acumulado: 449 m
Dificultad: Moderada
Esta es una ruta en su mayor parte bastante original, distinta, discurriendo entre Andraka y la ría de Plentzia por pistas y caminos desconocidos para mí, e incluso descubriendo una pequeña cima, el Malgartzagane en la que no había estado nunca, bajando hasta casi el Castillo de Butrón por unas preciosas sendas boscosas. La vuelta la hacemos por la frecuentada ruta al borde de la ría de Plentzia hasta el cruce con Mandañu bidea, al lado de viveros Koala, para dar un rodeo por Junkera bidea y llegar a Plentzia por Gandia. Por Areatza Kalea volvemos a Gorliz.
Son las ocho de la mañana de un precioso y fresco día cuando comenzamos a andar mi amigo Eduardo y yo al lado de la plaza San Pedro, para subir por Itsasbide hasta la rotonda superior de Gorliz, situada mas arriba de la iglesia. Allí giramos a la derecha y casi de inmediato a la izquierda para subir por Barberusolo. La calle es bastante empinada y empezamos a sudar a pesar del fresco mañanero. Barberusolo se continúa con Orbeta bidea y pasamos al lado de unos hermosos chalets hasta llegar a lo mas alto de Orbeta, al lado del bonito caserío Alegría. La carreterita transcurre ahora bajo unos hermosos ejemplares de encinas hasta llegar a una casa a la izquierda que lleva unos años sin acabar de construir. Nada mas superarla, la carretera termina bruscamente para continuar por un sendero que parece acaba en una alambrada, pero allí mismo, a la derecha sale una sendita casi invisible que se mete entre la vegetación y avanza un par de centenares de metros con algunas ortigas y zarzas a nuestro lado. Aunque parezca que no se puede pasar, se puede, yo he pasado decenas de veces tanto de ida como de vuelta. Llegamos enseguida al cruce con la senda que desciende hacia Saratxaga desde la carretera entre Orabille y Andraka. En varias de las rutas publicadas por www.VisitGorliz.eus pasamos de subida o de bajada por este sendero, que se ve muy pisado y suele ser bastante transitado. Nosotros vamos de frente en este cruce.
Seguimos pues por este sendero en suave ascenso, protegidos siempre por la profusa vegetación lateral, que a veces nos hace un techo de ramas y hojas que imprime de oscuridad la senda. Al poco llegamos a la carretera citada Orabille–Andraka un poco después de terminar el vallado del restaurante y casa rural Larrakoetxea, giramos a la derecha para seguir por ella hasta Andraka. Este tramo forma parte de la GR 280 de Uribe (Gran Recorrido de Uribe–Kosta).
Sin ningún problema y pasando frente a las amplias instalaciones del Club Hípico Goikomendi llegamos a Andraca, atravesando la carretera general BI–2120 a la otra parte. Pasamos al lado del restaurante Andraka y por detrás de la sidrería del mismo nombre. Dejamos a la derecha la desviación de la GR que baja hacia la ría de Plentzia y seguimos adelante pasando al lado de la ermita de Andraka y de la plaza Rufino Arrola, nombrada así en homenaje a un antiguo trikitilari oriundo de un caserío cercano.
El camino sigue adelante y enseguida pasamos ante otra desviación hacia la derecha, hacia Atxutegi, que no cogemos. Es otra desviación de la GR 280 hacia la ría de Plentzia y hacia Butrón, pero nosotros seguimos hacia Landeta, hacia delante, de frente, pasando ante los últimos chalets de la urbanización de Andraka. Nuestra intención es llegar hasta la ría de Plentzia muy cerca del castillo de Butrón, pero iremos por otra ruta bastante desconocida pero muy atractiva.
El amplio camino empieza a subir un poco tras pasar al lado de la alambrada de una amplia finca en la que están pastando unos caballos. A nuestra derecha se aprecia una enorme matarrasa (talado masivo de un bosque) en la ladera de un monte. Llegamos a un cruce y elegimos ir por la derecha, bajando poco a poco entre eucaliptos jóvenes. No nos desviamos de nuestro camino en ningún momento. En pocos minutos pasamos ante una desviación que parte de nuestro camino y sigue hacia la derecha, a la que no hacemos caso siguiendo de frente, hasta llegar al poco a un cruce. En este cruce sí que giramos a la derecha, para seguir recto unos cientos de metros.
Al poco vemos de frente una antena en lo alto de una loma. El camino se desvía a la derecha, pero nosotros seguimos recto hacia la antena subiendo por un camino más estrecho, que se ve un poco más arriba. Este paisaje cambiará en poco tiempo, porque vemos que acaban de plantar eucaliptos por toda esta zona, que debido a su rápido crecimiento no llegaremos a ver la antena en un par de años o tres, con lo que la referencia más importante e interesante de la ruta la perderemos.
Ascendemos por el atajo hasta la antena y torcemos a la izquierda. Si seguimos adelante veremos una gran balsa de agua cercana que seguramente proveerá a los invernaderos, pero como decimos, al llegar a la antena no hay que ir de frente, sino que hay que girar a la izquierda para de inmediato ver a unos metros a nuestra izquierda un vértice geodésico encima de un mojón de cemento. Al lado hay un buzón en forma de casita que indica la cima del monte Maldartzagane, de 232 metros de altitud.
Hacemos la foto de rigor y seguimos nuestro camino hacia la izquierda. Ahora llaneamos un rato por espacio abierto por un amplio camino que en un rato se convierte en sendero que empieza a bajar. Hay bastante retama espinosa o rojos a los lados de la senda. Al poco trazamos una pronunciada curva hacia la derecha. No hay posibilidad de equivocación porque la senda se ve perfectamente y no existe desviación alguna.
Nos metemos, en suave descenso, en un precioso bosque cantábrico con especies arbóreas autóctonas: alisos y robles sobre todo, aunque a veces vemos algunos eucaliptos. Hay algún manantial de aguas ferruginosas a la vera del camino. No lo vemos mientras bajamos, pero a nuestra derecha se extienden por la ladera del monte unas vastas instalaciones de viveros. En un momento, en un recodo del camino, vemos en la distancia el majestuoso castillo de Butrón. En todo momento intuimos que esta senda ha sido utilizada y andada desde hace muchísimos años.
Seguimos bajando bajo el arbolado y, bajando, bajando, llegamos hasta la carretera de Butrón, pasando un poco antes al lado de unas verjas que cierran la entrada a alguna casa o caserío. Curiosamente y paradójicamente, justo antes de enlazar con la carretera de Butrón hay un cartel a la entrada del camino por el que vamos que pone: «Prohibido el paso. Camino Particular». Cuando vemos algo parecido siempre comentamos que esto de poner puertas al campo debe dejar de existir, y las autoridades municipales, e incluso la Diputación, tendrían mucho que decir al respecto. Además, porque casi con toda seguridad por aquí existe una «servidumbre de paso», y la gente habrá transitado por este sendero, sola o con animales de carga, desde tiempos inmemoriales.
Una vez en la carretera seguimos por ella hacia nuestra derecha. La ruta es suficientemente conocida como para comentarla con detenimiento, pero al menos vamos a hacerlo someramente.
Andado aproximadamente un kilómetro llegamos a la presa de Arbina, donde el río Butrón se convierte en ría de Plentzia, y paramos a beber y comer algo de fruta. Estamos en ello cuando aparecen por la carretera casi un centenar de niños y niñas de unos diez años con sus monitores de unas colonias de verano, que parece van a descansar aquí para comer algo. Nosotros acabamos el refrigerio y les dejamos libre la pasarela de madera.
Como otro kilómetro mas adelante la carretera se convierte en pista de cemento, dejando a la izquierda la entrada a una finca. Al poco, pasamos al lado de otra entrada hacia otra casa o caserío. Seguimos adelante y enseguida acaba la pista cementada, para coger a la derecha por camino de barro, dejando a la izquierda la puerta de entrada a la casa rural Butrón.
El camino sube un rato, aunque no demasiado, y a los pocos metros del cruce dejamos a la derecha la subida hacia Andraka, que llegaría al cruce por el que hemos pasado anteriormente. Tenemos permanentemente a nuestra izquierda una alambrada con una interminable fila de cipreses de Lawson que cierran los límites de una gran finca o propiedad privada. El camino sube por terreno arcilloso al principio, para bajar al cabo de un rato por terreno bastante pedregoso y llegar al cruce con la otra subida hacia Andraka, que dejamos a la derecha. Seguimos adelante andando un rato a la vera de la ría de Plentzia viéndose a la otra parte varios chalets de la parte más baja del Abanico.
En un rato llegamos, tras una discreta subida, al cruce con Mandañu bidea, cerca de viveros Koala. Giramos a la izquierda y en vez de girar de nuevo de inmediato a la derecha y bajar por la citada carretera, seguimos de frente, al lado de un cercado de una finca. El camino ahora esta tapizado con pequeños trozos de ladrillo, resto de vertidos de la construcción que se han hecho aquí hace tiempo. Enseguida dejamos la entrada de otra finca a la derecha y seguimos hacia delante. Al poco el camino baja entre eucaliptos y llega a una carreterita que seguimos hacia la derecha. Pasamos al lado de algunos chalets o casas que están a la vera de la ría. Siguiendo por la carretera, llamada ahora Junkera bidea, llegamos tras subir otro poc, a la parte más alta de este tramo, viéndose una preciosa vista de Plentzia con su puente y su ría. Pasamos al lado de unos hermosos chalets y bajamos a Gandia bidea muy cerca de una fuente de piedra. Seguimos hacia la izquierda y sin desviarnos llegamos a la rotonda que dirige la circulación hacia Gorliz y Mungia. Cruzamos por el semáforo y vamos por la calle Erribera pasando ante el frontón y unas canchas de paddle hacia el núcleo urbano de Plentzia.
Vamos por el borde de la ría por el paseo del Astillero hasta la plaza del Ayuntamiento. Giramos hacia la derecha, hacia la calle Areatza y por ella vamos hasta la playa de Gorliz pasando previamente por el puerto de Plentzia y, al final, al lado del PIE.
Volvemos a Gorliz subiendo por Itasbide kalea hasta el lado de la plaza San Pedro, desde donde hemos salido hace casi 5 horas. Eso sí, haciendo los casi 18 km con toda la tranquilidad del mundo.